NACIMIENTO DE UN POETA |
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Nací un frío nueve de enero en una casa de cal y piedra cuando los gallos cantaban y los gorriones se arrecían posados en las ramas de una higuera; que no conoció plantar mi abuelo, cuyo en su aldea muriera rodeado de los suyos y esperando por su tierra. Fui de todos el último, tardío y de madre vieja, y tarde traje en los ojos anochecidas las cejas. Recuerdo un ataúd blanco y otro de madera negra, y si en recuerdos me meto sólo un recuerdo me alegra: el de una niña heroína |
que jugó conmigo a la guerra. Mi infancia fue de olivos, de encinas mi adolescencia, de romances y de trigo mi polémica existencia. Mi juventud fue decadente, de soledades y prados, y los sastres de la muerte me vistieron de soldado. Nací en un pueblo de Extremadura, soy vecino del portugués y hago barquitos de corcho con bártulos de café. Nací un frío nueve de enero de mil novecientos cincuenta y nueve cuando el invierno pintaba con sus óleos de nieve las altas crestas de Gredos. |